Cómo tratar una quemadura solar
En muchos países tropicales, e incluso algunos de clima más frío, la época de las vacaciones, caracterizada por ser aquella en la que podemos tomarnos un buen descanso y alargar nuestras preciadas horas de tiempo libre, suelen presentarse en la temporada de verano. Esta, como debemos saber, es la más cálida de todas, siendo para muchos también la más agradable, no solo por estos ratos libres sino por todo lo que representa.
Época para el turismo, el festejo, la alegría y el descanso bajo el sol, quizá en alguna playa de aguas tranquilas o en la piscina local, donde no solo estamos expuestos de manera positiva a los buenos momentos y la felicidad, sino que también, por el contrario, somos más vulnerables a la exposición de los rayos ultravioleta que emanan de ese astro caliente que llamamos sol, los cuales, como siempre dicen los especialistas, pueden tener consecuencias negativas para la piel.
Entre ellas, la más común probablemente es la quemadura solar, una dolencia típica de los lugares con clima más caliente y menor variación de terreno, ya que en el caso de las praderas o llanos, al no poseer muchas montañas que den sombra a ciertas horas, esta exposición es más prolongada. Por ello, sea que habitemos un área de este tipo o estemos de vacaciones allí, es importante conocer cómo tratar estas quemaduras según la intensidad de sus síntomas.
Para evitar este problema con un producto ideado para ello, lo mejor es aprender aquí Todo sobre el protector solar natural
Sobre las quemaduras solares
El astro solar libera un flujo lumínico de bajo espectro, aparte de la gama de luz que podemos ver, conocido como rayos ultravioleta, invisibles al ojo humano, indetectables ante nuestros sentidos, salvo el del tacto, pues son estos rayos los que nos hacen sentir la calidez del sol. Sin embargo, siempre que la situación sea propicia, esta calidez se puede convertir en un calor sofocante, que aunque nosotros no notemos, afecta a nuestra piel de muchas maneras.
Cuando los rayos ultravioleta (UV para abreviar) penetran a través de la dermis, ocasionan alteraciones a nivel celular, como el deceso de la protección otorgada por la melanina, la oxidación de las células, la reducción de las fibras estructurales de la dermis y, en consecuencia, las conocidas quemaduras solares, que pueden ocasionar una gran variedad de síntomas y complicaciones, de acuerdo a diferentes situaciones como la prolongación de la exposición y los cuidados y protección de la piel.
Síntomas
- Cambios en la tonalidad de la piel, como color rosado o enrojecimiento.
- Sensación caliente al tacto.
- Dolor o ardor.
- Aumento de la sensibilidad cutánea.
- Hinchazón e inflamación.
- Ampollas pequeñas llenas de líquido.
- Fiebre, dolor de cabeza, náuseas y fatiga (algunas personas son más susceptibles a estos, dependiendo de la intensidad de la exposición).
Factores de riesgo
No todas las personas somos iguales y eso repercute en nuestro organismo, ya que dependiendo de diferentes elementos, sean genéticos o de nuestro estilo, podemos sufrir de distintos factores que nos hacen vulnerables a riesgos o complicaciones. Lo mismo ocurre por factores ambientales, como veremos a continuación:
- Tener piel u ojos claros, así como sufrir de sensibilidad dérmica.
- El clima tropical o la falta de sombra.
- Trabajar o pasar mucho tiempo al aire libre, lo que prolonga la exposición.
- Tener la piel mojada, ya que la humedad superficial tiende a aumentar la temperatura que causa la quemadura.
- No utilizar protector solar y no cuidar apropiadamente las lesiones anteriores.
- Mezclar los momentos de recreación al aire libre con el consumo del alcohol.
- Tomar medicamentos fotosensibles o que te hagan más vulnerable a las quemaduras.
Complicaciones
Aunque hemos hablado de lo comunes que son estas quemaduras, lo cierto es que sus síntomas pueden dar paso a otros problemas más serios, dependiendo del tiempo que hemos estado expuestos a los rayos UV, los factores de riesgo que interactúan con la lesión, los cuidados posteriores al padecimiento y muchos otros elementos que pueden ocasionar, por ejemplo:
- Aparición de ampollas supurantes en las zonas afectadas.
- Extensión de los síntomas por el resto del cuerpo y desarrolla ampollas en la cara, las manos o los genitales.
- Inflamación crónica y descamación.
- Infección, como dolor, pus o rayas rojas que se alejan de una ampolla abierta.
- Fiebre de más 39,4 ºC.
- Desorientación.
- Deshidratación.
- Pérdida del conocimiento o desmayo por un golpe de calor.
Métodos caseros para aliviarlas
Ya que este tipo de quemaduras es tan común, además de que, en casos típicos suelen ser de baja intensidad, con síntomas que no pasan de ser una molestia como la irritabilidad, el aumento de la sensibilidad y el enrojecimiento, se pueden tratar de maneras muy sencillas, utilizando diversos productos o elementos que podemos encontrar en el hogar o adquirir en cualquier establecimiento comercial, la mayoría de origen natural o apenas sintetizados, para no perder su naturalidad.
Sin embargo, no debemos perder de vista que, aunque se ha comprobado la efectividad de cada uno de los artículos que se mencionarán en esta lista, solo se debe recurrir a ellos cuando, como hemos dicho, la intensidad de la lesión es baja. Hacemos hincapié en esto para evitar complicaciones, ya que una quemadura más severa, tratada de manera indulgente o con métodos incorrectos, puede acarrear un gran riesgo o una complicación.
Aloe vera
El primer elemento de origen natural es la llamada comúnmente como sábila, o también la planta milagrosa, ya que se conoce que posee una gran cantidad de componentes diversos, con activos y propiedades muy útiles en remedios y temas medicinales. Esta se puede aplicar directamente sobre la piel, ya sea al extraer la pulpa de las pencas u hojas gruesas, o por medio del uso del gel de aloe vera, que se puede adquirir en tiendas naturistas y herbolarios.
Proporciona un alivio refrescante, ya que esta pulpa está compuesta principalmente por agua, absorbida por la planta y combinada con todas las propiedades de la misma. Entre estas últimas, podemos encontrar activos como los hidratantes, de regeneración celular, antinflamatorios, astringentes, antioxidantes y muchos más, que sanan de manera gradual la lesión de la dermis, la protegen y ayudan en la recuperación de su estructura.
Otra cosa a destacar de este producto natural es su alto contenido de colágeno, así como de vitaminas, ácidos y antioxidantes, que estimulan a las células del tejido conjuntivo, propias de nuestro organismo, para producir más de esta molécula fibrosa, que se encarga de la elaboración de la elastina en la estructura dérmica, que añade a la piel tonicidad, elasticidad, firmeza y una mayor regeneración ante este tipo de lesiones.
Leche o yogurt
El ácido láctico único de este producto, al ser utilizado como calmante dérmico en el tratamiento de las quemaduras solares, puede ser un arma de doble filo, ya que mientras ayuda a la piel a reducir la hinchazón, el ardor y el enrojecimiento, también la hace vulnerable a sufrir más daños por el contacto con los rayos ultravioleta, en el caso de maquillarnos luego de aplicar este líquido, ya sea de origen animal o vegetal.
Por ello, aunque es uno de los remedios más efectivos y de fácil adquisición, se debe tener en cuenta utilizarlo solo cuando, tras su aplicación (por medio de pañitos, gasas o compresas de leche o yogurt, que de colocan sobre la piel y se dejan actuar durante al menos 20 minutos), no tengamos planes de volver a salir a la calle; o de hacerlo, que sea en un horario más avanzado, cuando se ha ocultado el astro.
Aceite de coco
Conocido como un gran tónico hidratante, este aceite esencial posee una gran cantidad de propiedades, aunque en este caso nos centraremos en la antinflamatoria, que reduce el enrojecimiento, la irritación y la hinchazón; así como la antibacterial, que protege la dermis ante las infecciones que pueden producirse al exponer las quemaduras a elementos de origen bacteriano o infeccioso.
Además de esto, el óleo de coco contiene una gran cantidad de elementos que nutren, sanan y protegen la piel, como serían las vitaminas, minerales y los ácidos grasos, al igual que una gran cantidad de fibras, que estimulan la producción de colágeno, al igual que en el caso del aloe vera, mientras potencian la recuperación de las células dañadas por los rayos UV.
Muchos de estos ingredientes naturales se pueden encontrar en este producto, aprende sobre el leyendo Protector solar mineral: Qué es y cuáles son sus beneficios
Compresas de agua fría
La solución más básica, simple y sencilla, para combatir un problema causado por las altas temperaturas, es siempre aplicar algún elemento opuesto, con temperaturas inferiores, como en el caso del agua fría, que ayudará a reducir todos los síntomas de manera natural, mientras relaja y refresca las diferentes capas de la dermis, humectando de manera superficial.
Es importante extraer el calor, ya sea utilizando las compresas o sumergiendo un paño, toalla o cualquier tela absorbente en líquido a bajas temperaturas, para luego colocarlo sobre la zona afectada y dejar actuar. Sin embargo, aunque el líquido puede estar a temperaturas bastante bajas, nunca se debe utilizar directamente hielo, ya que este puede alterar o reducir el flujo sanguíneo, empeorando el estado de la lesión.
Hojas de llantén
Aunque menos conocida que muchas de las otras opciones de esta lista, la planta de llantén es popular gracias a su multitud de usos medicinales, ya que contiene no solo activos antinflamatorios, sino que otros como antihemorrágicos, antioxidantes y antibacteriales. Se deben lavar muy bien las hojas, machacarlas y humedecer el resultado, para obtener una pasta espesa, que se puede aplicar en forma de cataplasma con la ayuda de un pañito húmedo.
Pepino
Se dice que, gracias a su altísimo contenido de agua, el pepino es el hidratante natural por excelencia, aunque al igual que la sábila, también incluye otras propiedades vitales para combatir las consecuencias de la exposición prolongada a los rayos UV. Es importante utilizar un poco de este vegetal de manera natural, ya sea en rodajas sobre la piel, triturado, machacado o hasta licuado; no se debe sustituir por esencia o extracto de pepino.
Con este producto no se busca solo la hidratación, sino también la sensación refrescante de su temperatura natural, así como la extracción de calor producida por el mismo, que se puede potenciar enfriándolo un poco antes de aplicarlo, para apoyar de esta forma sus propiedades calmantes y antinflamatorias, que reducirán los síntomas cutáneos.
Tomate
Otro increíble hidratante natural, aunque este se aplica no solo por dicho activo, sino también por el aporte de los antioxidantes atribuidos al licopeno, una molécula que se encuentra en este fruto. Si colocamos unas rodajas de tomate sobre la piel, podremos aprovechar sus otros activos antinflamatorios, junto a los ya mencionados, para obtener así un poderoso aliado en el combate de las consecuencias de la quemadura solar.
Papa o patata
Siguiendo la línea de los comestibles con propiedades medicinales, en este caso podemos probar a utilizar la papa o patata (el nombre depende de nuestro lugar de origen), cuyo gran contenido de almidón es capaz de calmar diferentes lesiones cutáneas, además de las producidas por la acción de los rayos UV. También sirve para hidratar, aunque en menor grado que los anteriores, por lo que se puede licuar y combinar con un poco de agua, para aumentar así este beneficio.
Vinagre
Primero una advertencia, para aquellas personas que no terminan de adquirir la información antes de utilizar cualquier producto, no se debe aplicar vinagre puro directamente sobre una herida, sea del tipo que sea esta. Se debe diluir de manera muy amplia, por ejemplo, utilizando solo dos cucharadas de este líquido por un litro completo de agua.
Aunque, debido a su acidez y la resequedad que causa al tacto, el vinagre no parezca un ingrediente apropiado para tratar una quemada, lo cierto es que sus contenidos de ácidos acéticos lo hacen un aliado increíble en la reducción de síntomas de la piel, como irritación, comezón y sensación de ardor, por lo que no solo es efectivo en este tipo de lesión sino en cualquiera que afecte la piel.
Aceite de caléndula
Cuando pensamos en el concepto de la exposición al sol por parte de nuestra piel, quienes conocen de medicina naturista piensan directamente en este aceite esencial, conocido como uno de los mejores protectores solares de la naturaleza. Se puede utilizar de manera independiente, aplicándolo sobre la dermis para que cree una película oleosa, de baja densidad, que no deja ningún tipo de sensación grasosa.
Sin embargo, también se puede utilizar después de la después de la exposición a los rayos ultravioleta, para aliviar los síntomas que estos ocasionan, aprovechando sus propiedades calmantes y antinflamatorias, así como sus astringentes y antioxidantes, capaces de reducir la hinchazón, el enrojecimiento y la sensación de ardor y dolor localizado.
Tratamientos médicos y cuándo recurrir a ellos
De acuerdo a los síntomas y su gravedad, la respuesta a la interrogante de cuándo debemos visitar a un especialista, ya sea un médico general, un dermatólogo u otro médico capacitado, radica en la visibilidad de la lesión y la sensación que causa en el paciente. Esto se puede deducir de los factores de riesgo y complicaciones antes mencionados, por lo que es importante conocer cuáles son las consecuencias de la quemadura y cuáles son las de su complicación.
Si la hinchazón, el enrojecimiento, el tacto irritable y el aumento de la sensibilidad, dan paso a un dolor agudo y punzante, ampollas supurantes, descamación crónica o sangrado (sea externo o interno, que se puede reconocer por la coloración de los vasos sanguíneos), es momento de visitar un consultorio, antes de que las heridas y su sintomatología empeoren más por falta de cuidado.
En tal caso, lo más probable es que, como en la mayoría de las lesiones tópicas, sobre todo aquellas que afectan capas profundas de la dermis, como las quemaduras de segundo grado o las infecciones, el médico dé por receta una serie de medicamentos diferentes. Esto se debe a que cada síntoma debe ser tratado de manera individual, pues una quemada no es una enfermedad como tal, sino una dolencia que acarrea diferentes niveles patológicos.
Antinflamatorios
De entre todos los medicamentos de esta lista, es el único que se puede tomar sin receta, de manera preventiva, para aliviar el enrojecimiento, la hinchazón y la irritación de diferentes lesiones cutáneas, no importa el nivel de estas, pues existen diferentes recetas que van desde remedios profesionales para la irritación menor hasta ungüentos tópicos contra la inflamación crónica.
Corticoides
Ya que mencionamos el último punto, la inflamación crónica, que es el síntoma más común de las lesiones cutáneas que afectan la estructura dérmica y las células de este tejido, debemos mencionar también a los corticoides, un medicamento sintético diseñado para reducir este problema, combatiendo los daños producidos por el aumento de los niveles de la melanina y los factores internos que inducen a la hinchazón.
Emolientes
Aunque es posible utilizar cremas hidratantes de forma preventiva o, en caso de que la quemadura aun no sea severa, para aliviar la resequedad que daña la piel, estas no son lo suficientemente fuertes contra la aspereza producida por una quemada de segundo grado. En este caso, se deben adquirir emolientes, un medicamento que requiere de receta, especial para aumentar la capacidad propia de la hipodermis para retener la humedad.
Si crees que no es posible evitar estas lesiones y cuidar tu piel, debes leer En qué fijarse a la hora de comprar un protector solar, según los dermatologos
Antibióticos
El caso de esta medicina, que no se puede conseguir sin receta y utilizar sin prescripción, es un poco diferente, ya que aunque es posible aplicarla de este modo, muchos especialistas acusan a los antibióticos de producir efectos segundarios adversos. Estos son recetados para la lucha contra las infecciones, cuando esta complicación es la que produce el riesgo en la herida o lesión.