Protector solar mineral: Qué es y cuáles son sus beneficios

Una de las grandes ventajas del avance tecnológico, en conjunto con la investigación y los estudios, de manera general, de todas las sustancias y su interacción con nuestro organismo, es que siempre van apareciendo en el mercado una gran cantidad de nuevos productos, que reemplazan, complementan o compiten contra otros ya existentes, gracias a todas las diferencias entre estos y las ventajas que pueden ofrecernos, ya sea que lo apliquemos sobre la piel o para el consumo.

Protector solar mineral Qué es y cuáles son sus beneficios

De esta forma, entre los artículos diseñados para el cuidado y la protección de la piel, el protector solar destaca por su función específica, ya que es el único elemento capaz de defendernos, de forma tan compleja y precisa, de los dañinos rayos ultravioleta que emanan del sol, conocidos por causar una gran cantidad de problemas a la dermis, desde el fotoenvejecimiento y la aparición de imperfecciones, hasta verdaderas afecciones como dermatitis o cáncer.

Sin embargo, en tiempos un poco más antiguos, la única variación entre una marca de protector solar y otra era el tipo de ingrediente químico que se usaba, tanto de forma base como añadidos para potenciar su función. Esto ha cambiado en la actualidad, con la producción en masa del llamado protector mineral, diseñado para hacer exactamente lo mismo que su predecesor químico, pero otorgando algunos beneficios extra que veremos a continuación.

Si ya es tarde para el uso del bloqueador y tu piel se ha quemado por el sol, te recomendamos aprender aquí Cómo tratar una quemadura solar

Acerca del protector solar mineral

Acerca del protector solar mineral

Lo primero es lo más general, ya que muchos conocen qué es un protector o bloqueador solar, pero pocos entienden realmente su funcionamiento, es decir, a través de qué medios o procesos logra defender nuestra dermis de los inclementes rayos del astro diurno. En este punto, su finalidad total, no hay diferencia alguna entre los muchos tipos o fórmulas de cremas, con o sin filtros solares, ya que sea cual sea su formulación, siempre tendrán la misma tarea.

Se fabrican con distintos elementos o materias, pero el concepto es el mismo, la elaboración de un ungüento de bajo perfil, cuya mayor densidad y volumen serán absorbidos por la piel, otorgando a este tejido una humectación en las capas superiores. El resto de la fórmula, crea una especie de película muy fina sobre la superficie de la dermis, que de acuerdo a la calidad de la sustancia, puede dejar una sensación un poco aceitosa o grasosa; o simplemente dejar la piel suave y lisa al tacto.

Mientras que los activos humectantes mantienen las capas superiores de la dermis humectada, con la ayuda de emolientes que estimulan la retención de la humedad, otros componentes de la crema cubren los poros para que los rayos UV no se filtren. En la superficie, la película protege, haciendo rebotar la luminiscencia del sol, lo que ayuda a que la melanina (pigmento de la piel encargado de la defensa natural contra la gama ultravioleta) no se degrade; esto permite además que las células del este tejido no sufran la oxidación causada por los elementos.

Existen otras sustancias y fórmulas naturales capaces de brindar la misma cobertura, algunas de ellas integradas como ingredientes en filtros solares artesanales, que aunque efectivas, no son igual de potentes que un bloqueador de fabricación profesional. Algunos ejemplos pueden ser el gel de aloe vera, el extracto macerado o el aceite esencial de caléndula, así como otros aceites parecidos, pero elaborados con materias distintas.

Composición del bloqueador mineral

Al contrario que los químicos, al protector de tipo mineral se le conoce como físico, pues las reacciones encargadas de interactuar con la piel, así como los ingredientes, cuyas propiedades y activos permiten la protección, no se basan en principios de disolución química o en mezclas de diferentes elementos. Usualmente se utiliza un único activo como base, que en vez de ser absorbido y penetrar en la piel, se seca sobre su superficie para cubrirla.

Se pueden encontrar presentaciones de diferentes componentes, aunque los más populares son los de óxido de zinc o dióxido de titanio, debido a la efectividad de estos activos en el papel que deben desempeñar, que mencionamos hace un momento. Se pueden encontrar en presentaciones muy variadas, como lociones, cremas, espumas, aerosoles líquidos, pulverizadores o atomizadores; aunque su textura, por muy líquidos que sean, siempre es más espesa, debido a su densidad.

Lo más interesante de este tipo de bloqueadores con filtros minerales, es que al no necesitar añadidos que aumenten el tiempo de conservación, procesos para la absorción a través de los poros, sustancias de evaporación o fragancias; es decir, al no llevar ningún químico en su composición, son ideales para las personas con pieles más sensibles, como los bebés o mayores de la tercera edad. Por ello, tampoco suelen llevar parabenos, colorantes o sustancia consideradas irritantes o alérgenos.

Este tipo de formulación esta ideada a conciencia, para que las personas que tienen problemas con los químicos sobre la piel, puedan contar con un protector solar ideal, que no reseca ni causa reacciones adversas. Sin embargo, también tiene sus desventajas, ya que se trata de una sustancia que dura un tiempo prolongado en la superficie cutánea, por lo que suele dejar la llamada nieve blanca al reflejar directamente la luz.

La diferencia entre este y el de base química

La diferencia entre este y el de base química

A ciencia cierta y de manera muy generalizada, podemos decir que estos dos tipos de filtros se diferencian en absolutamente todo, desde los ingredientes base hasta los componentes añadidos, la formulación y proceso de elaboración, hasta su interacción con nuestra piel y el modo en que la protegen. Es decir, todo excepto la finalidad máxima de la sustancia, cubrir la piel y no permitir que el calor del sol y los rayos ultravioleta penetren en el tejido, ni siquiera en la superficie.

Aun así, podemos extender este pequeño resumen tan globalizado, al enumerar algunos de los factores que más consiguen distinguir un tipo de bloqueador del otro. Por ejemplo, en cuanto a su interacción sobre la piel, los de filtro mineral permanecen sobre su superficie, haciendo que la luz se refleje e impidiendo el paso de los rayos UV, mientras que la versión química u orgánica penetra y permanece entre las capas de la dermis, absorbiendo la luz solar como si fuese una esponja y la disuelven para que no entre en contacto con el tejido.

Esta diferencia en su función acarrea entonces otras distinciones, como el tiempo de duración efectiva de la fórmula, que es mayor en el caso del protector mineral, al igual que la permanencia de residuos del producto sobre la dermis. En este caso, al ser absorbido el ungüento de tipo orgánico, no deja ningún rastro que necesite de aclarado, mientras que el otro, por permanecer demasiado tiempo en la superficie tópica, muchas veces se debe retirar con limpiadores o agua y jabón.

Esto repercute también en su efectividad, ya que se debe ser cuidadoso al aplicar un producto del último tipo mencionado, el físico, pues este se puede correr o retirar si frotamos la piel con una toalla o un pañuelo, al poco tiempo de aplicarlo. Esto, ya que su eficacia se da al permanecer como una película más visible sobre la dermis, causa que el producto pierda su valor de protección tópica, por lo que es necesario aplicarlo nuevamente.

En cuanto a las diferentes presentaciones que podemos encontrar de los bloqueadores, abundan y son más variadas las que se elaboran a base de químicos, ya que la sustancia y su formulación es mucho más maleable, por lo que se pueden fabricar muy líquidos o casi sólidos, en presentaciones en barra que se puede untar por el cuerpo. En el caso del mineral, ya que debe ser espeso y pesado para permanecer sobre la piel, incluso las presentaciones líquidas tienen una mayor densidad.

Además, como cualquier elemento de aplicación tópica, todos ambos tipos de bloqueador han sido ampliamente estudiados e investigados, para analizar sus consecuencias hacia el medio ambiente. Aunque las pruebas aún no son definitivas, se ha llegado a la conclusión de que los filtros solares químicos pueden ser un riesgo medioambiental, sobre todo en su presentación en aerosol, por lo que se han incluso prohibido en algunos países, mientras que su contraparte física es más segura en ese aspecto.

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Beneficios generales de la protección solar

Beneficios generales de la protección solar

En la actualidad, los consumidores cotidianos como nosotros no necesitamos ser grandes científicos, ni estar a la vanguardia de las investigaciones, para conocer que todo tipo de sustancia, objeto o agente externo que entra en contacto con nuestra piel puede interactuar con ella. Desde elementos visibles en cualquier estado (sólido, líquido y gaseoso); hasta partículas microscópicas invisibles al ojo humano, como la luz, pueden ejercer cierta influencia en este tejido y su salud.

Por esta razón, quienes si han dedicado años en las investigaciones pertinentes, ya sea en ramas de medicina general o cosmética, han concluido que los efectos de los rayos ultravioleta son en su totalidad riesgosos para nuestra dermis, pudiendo causar desde la degradación de la melanina, que conlleva quemaduras solares e irritación, hasta lesiones severas como ampollas o trastornos permanentes como el cáncer.

De igual manera, las sustancias que escogemos llevar al órgano cutáneo, como cremas y ungüentos de todo tipo, en este caso, el protector solar, también interactúan con este, por lo que no es sorpresa encontrar que, mediante la formulación de la sustancia, podamos encontrar todo tipo de elementos y componentes que armonizan entre sí, para cuidar de la dermis mientras la protege de estos agentes luminiscentes.

¿Por qué protegernos de los rayos UV?

Ya hablamos de consecuencias, aunque muy por encima, que van desde simples molestias hasta riesgos para nuestra salud en general, pero dado el gran impacto que puede tener este elemento natural sobre la piel, es necesario ahondar un poco más en la cuestión, para no quedarnos sólo con que podemos evitar las quemaduras y el cáncer dérmico al cubrirnos de la luz del sol, al menos en los horarios donde es más fuerte.

En principio, si hablamos de los riesgos estéticos, nos estaremos acercando al por qué se considera al bloqueador un producto tanto de salud como de cosmética, pues los rayos ultravioleta, que degradan la melanina y oxidan las células del tejido superficial, son uno de los mayores causantes de distintas imperfecciones como arrugas, manchas, aspereza, flacidez, ojeras, pigmentación, decoloración y otras tantas.

Esto se debe principalmente a la resequedad del tejido, ya que las ondas de calor del espectro ultravioleta, reduce la capacidad de la piel para retener la humedad, lo que conlleva a la pérdida de líquidos vitales para este órgano. De igual forma, ya mencionamos a la melanina, que es un pigmento oscuro de la dermis, encargado de la protección natural ante el sol; esta se puede quemar y degradar, liberando radicales libres y estrógenos que reducen la salud cutánea.

Sin embargo, todas estas interacciones pueden empeorar, siempre que se cumplan distintos factores de riesgo, como características genéticas en la piel (claridad, grosor y resistencia del tejido) o la prolongación del contacto con los rayos. Es aquí cuando aparecen las quemaduras solares, la irritación, el aumento de la sensibilidad, la degradación celular, las ampollas, las marcas permanentes y las enfermedades dérmicas, como los eccemas y el cáncer.

Otras ventajas del uso del bloqueador (de acuerdo al fabricante y la formulación)

Como ya mencionamos al comenzar a tratar estas ventajas, los ungüentos de cualquier textura deben estar integrados con una variedad de ingredientes que tienen diferentes activos, propiedades y densidades moleculares. Estos deben armonizar en su totalidad, para que no hayan dos activos contraproducentes, por lo que, al culminar la fórmula, si se puede agregar más ingredientes con otras propiedades, se hará siempre con una finalidad positiva.

Por ejemplo, muchos bloqueadores poseen componentes con propiedades emolientes, que gracias a la cantidad de agua que lleva su formulación, aumentan la hidratación de la piel, al permitir que la capa de la hipodermis (encargada de la absorción y acumulación de líquidos) pueda absorber un mayor volumen de agua. Esto se da gracias a las pequeñas moléculas emolientes, que estimulan el tejido y lo expanden, para aumentar así su capacidad retentiva.

Otras marcas e industrias de producción, así como laboratorios de diseño de filtros, agregan a sus fórmulas vitamina E y antioxidantes, que protegen las células de forma más directa y ayudan a sanar los daños producidos por los rayos UV. También se pueden encontrar tónicos protectores de sensación fría, que refrescan la piel al contacto, dando al tejido una relajación y ambientación que aumenta la firmeza y tonicidad.

Por último, pero no menos importante, están los hipoalergénicos y antihistamínicos, que no solo reducen en gran medida la probabilidad de causar alergias por sí mismos, sino que ayudan a bloquear los efectos de las histaminas del organismo. De esta forma, el mismo ungüento, líquido, espuma o cualquier presentación de preferencia, que utilizamos para proteger la dermis de los efectos del sol, puede ayudarnos también a prevenir las alergias tópicas o de contacto,

Beneficios específicos de la versión física o mineral

Beneficios específicos de la versión física o mineral

Se puede deducir, tras leer la composición y función de este filtro solar, así como sus diferencias con el que se elabora en base a químicos, que podremos encontrar ciertas ventajas y desventajas en su uso. Sin embargo, muchas de estas distinciones acarrean ciertos beneficios para nuestro cuerpo, que no podremos obtener si escogemos la versión orgánica, cuyo conocimiento nos puede ayudar a decidirnos por esta otra.

En primer lugar, su larga duración nos permite no preocuparnos por dar retoques de protector a nuestra piel, lo que suele ocurrir con los de base química, que se van perdiendo debido al sudor y la humedad ambiental, o simplemente por ser absorbidos por los poros. De esta forma, aunque estemos ocupados trabajando al aire libre, o divirtiéndonos en una cálida playa, podemos asegurarnos la defensa contra los rayos UV durante largas horas.

Otro beneficio igual de importante, puede que no sea para nosotros mismos, ya que la mayoría de las personas que cuida su salud de distintas maneras, posee una piel resistente y fuerte, no tan vulnerable a la interacción con los elementos. Aun así, quizá muchos de nosotros tenemos hijos pequeños, abuelos o padres de edad avanzada, cuya dermis es tan sensible que las cremas más comunes les causan cierto malestar como picor o ardor, irritación o enrojecimiento.

Lo mismo ocurre con muchas personas con bajos niveles de melanina, cuya piel es increíblemente blanca; o aquellas que sufren de ciertas alergias de contacto o de simple sensibilidad ante la interacción con agentes externos, debido a la genética o alguna enfermedad. Aquí se presenta el filtro solar mineral, sin alcohol, parabenos, fragancias, conservantes, colorantes ni otra sustancia alergénica; que no se absorbe por la dermis, por lo que no la altera ni integra sus activos de manera profunda.

Su diseño, mediante nano partículas de óxido de zinc o dióxido de titanio, permanece por completo sobre la piel, por lo que la base simple del bloqueador, que es la película protectora que se adhiere a su superficie, no causa ningún tipo de efectos secundarios, ya que no se integra al tejido ni interactúa de forma directa con este, pues las partículas son suficientemente grandes como para no ser absorbidas.

Si te interesa conocer un producto natural para la defensa contra los rayos UV, te invitamos a leer Todo sobre el protector solar natural

Para finalizar, la elaboración de este tipo de fórmula es tan sencilla, requiriendo sólo de pocos ingredientes que se pueden encontrar en presentaciones naturales, o a penas sintetizadas, como el zinc y el dióxido de titanio, que cualquiera podría preparar una receta casera y efectiva de un buen protector solar mineral, siempre y cuando se tengas las instrucciones precisas para ello.

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