Cuando utilizar un sérum antimanchas
La mayoría de las personas, sobre todo quienes disfrutan de cuidar la piel, así como la imagen física de su cuerpo en general, suelen mirarse en el espejo varias veces durante el día, en especial en las horas diurnas antes de realizar su rutina de cuidado facial. A veces la imagen que nos devuelve este objeto es justo la que nos imaginamos, un rostro alegre y lleno de vida, sin imperfecciones ni marcas producidas por diversos factores.
En otras ocasiones, aquel que nos devuelve la mirada a través del espejo presenta manchas de algún tipo en el rostro, no por suciedad o falta de higiene, sino porque algunos pigmentos de la dermis han tomado un tono más oscuro. Esto puede ocurrir por muchas razones, aunque siempre tienen una solución bastante sencilla, ofrecida a nosotros gracias a los mejores y más óptimos tratamientos cosméticos; nos referimos a los productos para reducir las manchas.
Entre ellos, destaca uno por sus funciones y características únicas, el sérum despigmentante, aclarador o antimanchas, una sustancia capaz de entregar resultados increíbles tras aplicarlo sobre el cutis. Sin embargo, hay ciertas ocasiones en las que es buena o mala idea usarlo, ya sea por los efectos que puede tener en el tejido, por la razón de la aparición de las manchas o simplemente porque no es el momento apropiado, por lo que queda en nosotros mismos descubrir cuando recurrir a él y utilizarlo.
Otra presentación igual de potente y eficaz contiene diferentes ingredientes, si quieres aprender sobre ella, te invitamos a leer Por qué utilizar un sérum antioxidante
Sobre este producto y su función
Aunque hay muchos tipos de sérum (llamado suero por su traducción del latín), ninguno cambia respecto a su funcionamiento o tarea principal, que es la humectación de la piel y la retención de esta humedad a niveles profundos, aunque no se debe pensar en este como un reemplazo de las cremas hidratantes más convencionales, ya que aunque similares, funcionan bajo metodologías muy diferentes, capaces de armonizar increíblemente entre sí.
Se trata de una solución líquida muy liviana, con una densidad baja alcanzada gracias a los métodos con los que se mezcla y elabora, utilizando procesos como la hidrolisis e ingredientes que, por describirlo de manera sencilla, pesan menos que el agua. Esto logra que la sustancia posea una capacidad única, el ser absorbida por los poros de manera casi inmediata, por lo que no cumple su papel de forma gradual ni en la superficie de la piel, como lo haría una crema.
Gracias a esta capacidad, el suero cumple su papel e capas inferiores de la dermis y la hipodermis, donde usualmente se acumularía la humedad de otros productos para nutrir la piel. De esta forma, sus activos llegan directamente a las células y, en el caso de la sustancia antimanchas, a los pigmentos de melanina que se encuentran bajo el tejido, hidratando así a un nivel muy distinto que los demás productos de uso cosmético con esta misma tarea.
La diferencia entre el sérum antimanchas del resto, es la misma variación que tienen unos con otros, ya que además de humectar, cada uno cumple con una función específica, de acuerdo a la formulación con la que son elaborados. En el caso de este, su tarea consiste en aclarar los pigmentos oscurecidos por diversos factores, que son los causantes de la aparición de manchas con tonos diferentes al que tiene nuestra dermis por naturalidad.
Esto se logra a través de diferentes procesos, como la integración de un componente llamado hidroxiácido, encontrado en el ácido ascórbico que aparece como un ingrediente común de este tipo de soluciones. Este es un aclarador natural, que no tiene como objetivo simplemente blanquear los pigmentos, sino que lo hace a través de la regeneración de la melanina y otras partículas cuyo degenero o aparición ocasiona las manchas.
Cuando optar por el suero antimanchas
Hay casos en los que, hagamos lo que hagamos, las manchas no se van a reducir ni serán eliminadas, por lo que utilizar este tipo de productos se convertirá en una pérdida de tiempo, esfuerzo y dinero, causante de más de una molestia o situación de estrés para nosotros mismos. Es importante aprender a detectar las probables causas de estas imperfecciones en nuestra dermis, para así saber si debemos adquirir y aplicar o no el sérum contra las manchas.
Antes que nada, hay que estar claros que existen dos tipos de estas, que pueden ser las oscuras, donde el tono de la zona afectara es más denso que el que corresponde a la dermis de forma natural, siendo común por la pigmentación de diversos factores del tejido. El otro tipo serían las manchas claras, que suelen provenir de la intervención de diferentes partículas que se adhieren al tejido o quedan atrapadas en este, volviéndolo, por decirlo de alguna manera, traslúcido y más claro.
Lo importante aquí es que hay centenares de interacciones que pueden causar esta imperfección, entre los que podemos contar elementos tan comunes como la acción de los rayos ultravioleta, la coloración causada por inflamación de los capilares o los vasos sanguíneos, las ojeras, bolsas u otras pigmentaciones producto de la hinchazón tópica; hasta enfermedades y patógenos, como bacterias, virus, alteraciones genéticas, eccemas y demás problemas de salud.
Cuando no recurrir a este producto
Si las manchas aparecen de forma espontánea, acompañadas por otros factores que podemos describir como sintomatología de alguna afección, como dolor agudo, sangrado interno o vasos sanguíneos inflamados, supuración o liberación de líquido, retención de pus, infecciones cutáneas, irritación o inflamación crónica, entre otros igual de reconocibles. En este punto, podremos apreciar que sufrimos de algún tipo de enfermedad o patología tópica.
Aunque puede que el suero reduzca estas manchas, sin solucionar ni aliviar el resto de los síntomas, será imposible eliminarlas a menos de dicha afección o patógeno sea eliminado de nuestro organismo, por lo que antes de recurrir al suero, tendremos que visitar a un especialista, sea un médico general o un dermatólogo, que analice y detecte las causas de la enfermedad para poder combatirlas.
Además, si este es nuestro caso, lo más probable es que debamos optar primero por consumir o aplicar diferentes tipos de medicamentos, recetados por el especialista para, precisamente, combatir y eliminar el problema de salud. Muchos de estos tienen algunas contraindicaciones o producen efectos alternos al interactuar con otros componentes, por lo que debemos evitar utilizar productos cosméticos que se absorban por los poros y combinarlos con la medicina.
Tampoco podremos optar por el suero si las manchas son ocasionadas por lesiones en la piel, como podrían ser hematomas, laceraciones, quemaduras, moretones o golpes, ya que estas aparecen a un nivel mayor que no se puede combatir de esta forma, por lo que tendremos que esperar a que comiencen a reducirse de manera natural, antes de comenzar un tratamiento cosmético.
De igual forma, si estas son causadas por cicatrices muy recientes, tampoco es buena idea aplicar artículos cosméticos de acción interna, o que sean absorbidos por la piel, ya que en este punto el tejido se encuentra en plena acción de curación. Mientras se forma una cicatriz, el tejido se encuentra sensible y vulnerable a las alteraciones, por lo que cualquier activo, propiedad o compuesto que entre en contacto con él puede ocasionar su deterioro o la aparición de infecciones.
Cuando es posible solucionar las manchas con el sérum
En el último casi antes mencionado, si vemos que el enrojecimiento y el aumento de la sensibilidad, así como las respuesta de dolor o ardor de las cicatrices desaparecen, muchos recomiendan comenzar a utilizar productos despigmentantes, que pueden ayudar a que, al finalizar el proceso de cicatrización, estas marcas permanentes queden de tonos más naturales, por lo que se notarán mucho menos sobre la piel.
Aquí también nos podemos encontrar con el caso de las manchas que aparecen por patógenos o enfermedades, ya que una vez estas afecciones se han curado, con los tratamientos médicos y dermatológicos adecuados, es posible que las pigmentaciones no desaparezcan de forma natural. Si es así, ya es un buen momento para recurrir a nuestro líquido mágico, que nos permitirá eliminar la imperfección sin ocasionar efectos secundarios.
Si hablamos ya de problemas puramente estéticos, los pigmentos oscuros más comunes se dan debido a la degradación de la melanina, una molécula integrada entre diferentes capas de la piel, encargada de la protección contra la radiación ultravioleta. Cuando el contacto con estos rayos, emitidos por el sol, se vuele prolongado o en los momentos que son más intensos, la melanina se oscurece al quemarse, lo que ocasiona los pigmentos de tonos más bajos.
Si nos vamos a la otra cara de la moneda, las manchas claras, que suelen ser más pequeñas y menos notorias, usualmente aparecen de forma natural por la acumulación de queratina entre las capas de la piel. Esta proteína se encuentra siempre presente en las zonas más superficiales de este órgano, por lo que su alteración es bastante común y ocasiona un aumento en la tonicidad, más clara aunque opaca, en puntos específicos.
Puede ser causada por una gran cantidad de factores, como la misma interacción de los rayos ultravioleta, patógenos y enfermedades, alergias de contacto o la intervención de elementos externos, como ácidos y agentes tóxicos. Sin embargo, cuando se trata solo de la aparición de la pigmentación o las manchas producto de la acumulación de queratina, se pueden eliminar fácilmente con la ayuda de estos productos cosméticos normalizadores del tono cutáneo.
Si buscas más bien un artículo perfecto para el cuidado general del cutis, te recomendamos leer ¿Por qué utilizar un sérum con Vit C?
El mejor momento para utilizarlo
Ahora bien, no solo nos corresponde tomar la decisión de si utilizarlo o no, de acuerdo a las necesidades de nuestra piel y el origen de las manchas a eliminar; sino que debemos tomar en cuenta, una vez adquirimos el producto, cuándo es el mejor momento para aplicarlo, ya sea de manera independiente o en conjunto con otros elementos cosméticos, para así sacar el mayor provecho de sus activos.
Esto ocurre porque, al ser un sérum, no funciona perfectamente por sí mismo, de forma individual, sino que se aprovecha de su capacidad complementaria, que prepara la piel al hidratarla en profundidad y ayudar en la reparación de las células. Por ello, no solo debemos elegir si usarlo a diario, sino el mejor momento del día para aplicarlo y, en caso de hacerlo durante una rutina de cuidado, en qué orden debe este entrar en contacto con la delicada piel del cutis.
Respecto a la hora del día
A diferencia de, por ejemplo, productos exfoliantes o elementos de carácter invasivo, como pueden ser el botox o las inyecciones de sustancias como ácido hialurónico o colágeno puro, los aclarantes tópicos se pueden utilizar de manera prolongada, ya que no ocasionarán ningún tipo de daño o efecto secundario al tejido, mientras que los antes mencionados pueden dejar consecuencias si no se toman pausas entre sesiones de uso.
Esto significa que lo podemos utilizar todos los días, siempre y cuando presentemos manchas que necesiten reducción o eliminación; de igual forma, solo debemos aplicarlo en las zonas o puntos específicos a tratar. Esto no es porque puedan aclarar de más lugares donde el tono de la piel es el correcto, ya que no funciona como un blanqueador, sino por el simple hecho de no desperdiciar nada de la sustancia al ser absorbida en vano.
Por ende, si optamos por las rutinas de belleza diurnas y nocturnas, por ejemplo, para maquillarnos y luego retirar el maquillaje en la noche; siempre que acompañemos estas acciones con el uso de cremas hidratantes y ungüentos anti edad, podemos de igual forma aplicar nuestro suero para reducir las manchas, preferiblemente combinado con una crema de esta misma índole, para así aumentar los resultados y minimizar el tiempo necesario para obtenerlos.
Su orden dentro de la rutina de cuidado facial
En cuanto a si aplicarlo antes o después de un producto u otro, la respuesta se da en las mismas especificaciones de cualquier sérum, ya que como hemos dicho, se trata de una sustancia utilizada para preparar la dermis y dar apoyo a otros artículos cosméticos, que se verán beneficiados de la hidratación profunda. Esto además es por el nivel de absorción del suero, ya que a diferencia de otras cremas, solo se necesitan un par de minutos para que el líquido penetre la piel, sin necesidad de lavar el rostro luego.
Por ello, el orden apropiado de la rutina debe ser, comenzar siempre por la limpieza facial, que retirará las impurezas que obstaculicen la absorción, luego la exfoliación, aunque esta no se debe realizar más de 2 veces por semana. Es este punto es cuando podemos recurrir al suero, que será absorbido correctamente por un cutis limpio y unos poros sin obstrucciones, para luego proceder con el resto de las cremas, ungüentos anti imperfecciones, tónicos y fragancias de nuestra elección.
Cómo aplicar sobre el rostro
Ya mencionamos la parte más importante, aunque hemos de hacer hincapié en dicho punto, para quienes se salten lo anterior y pasen directamente al método de aplicación. Esta sustancia se utiliza preferiblemente sólo en las zonas afectadas por las manchas, ya que aquí es donde sacaremos provecho real de su fórmula; aunque si también queremos aplicarla por su propiedad hidratante, entonces podemos esparcirla por todo el rostro.
Aun así, no se trata de un elemento que se pueda untar como una crema, o simplemente dejar caer sobre el cutis como un tónico, ya que al ser absorbido de manera casi inmediata, así como a su composición tan potente y concentrada, se necesita seguir un método más específico para aplicarlo sobre el cutis, evitando sobre cargar la dermis con sus activos y desperdiciarlos, o dejar la sustancia absorbida por los dedos, una toallita, algodón o un trozo de tela, en caso de utilizarlos para esparcir.
Si nuestro producto viene con dispensador en spray, atomizador o pulverizador, debemos acercar este bastante al punto donde queremos rociar el líquido, para evitar que se vierta en zonas no deseadas, como los ojos o dentro de la boca y las fosas nasales. En este punto, simplemente apretamos el dispensador y dejamos que haga su trabajo, ya que aplica de forma ordenada la sustancia y en una zona más amplia, por lo que no requiere ser esparcida manualmente.
En el caso de los dispensadores por gotas, (gotero o cuenta gotas), que son las presentaciones más comunes para los sueros antimanchas, ya que ofrecen un mejor control del punto exacto donde vamos a utilizarlos, la metodología cambia un poco. Sencillamente debemos colocarnos en una posición cómoda, que deje el área a tratar en de forma horizontal, para que así e líquido no se corra y se riegue por todo el rostro.
Luego, dejamos caer una pequeña gota o dos, dependiendo del tamaño de la mancha a eliminar o, en caso de utilizarlo por sus activos hidratantes, dependiendo de la zona a tratar, que puede ser la frente, la nariz, la barbilla o cualquier otra. Tras dejar un par de segundos para que comience el proceso de absorción, simplemente podemos esparcir mejor el líquido utilizando la punta de nuestros dedos, un trozo de algodón o de tela fina y suave.
Nada mejor que los nutrientes para mantener la salud de la piel, su buscas un producto con estas cualidades, quizá quieras leer sobre Como hacer un sérum con vitamina C en casa
No se recomienda colocar las gotas por toda la superficie del rostro antes de comenzar a esparcir, de nuevo a causa de la velocidad con la que estas serán absorbidas, pues los activos acabaran en un mismo punto y solo llegarán en profundidad a esa zona. Por eso la mejor forma es separar el rostro en cuadrantes, que pueden ser la frente, los pómulos, el contorno de los labios, la nariz y las mejillas, para luego trabajarlas una a una.